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EITI anti-corruption training in Oslo, Norway in October 2022

Cómo se está utilizando el EITI para combatir la corrupción

En el Día Internacional contra la Corrupción, el EITI reflexiona sobre las iniciativas en curso para mitigar la corrupción en el sector extractivo

Se sabe que las industrias extractivas son proclives a la corrupción. Durante décadas, el sector ha sido objeto de innumerables acusaciones y escándalos por situaciones que, muy a menudo, han privado a la ciudadanía de valiosos ingresos y posibilidades de desarrollo económico. En este sentido, el abordaje de la corrupción sigue siendo un desafío apremiante en muchos países.

Es por ello que, esta semana, el EITI participó junto con diversas partes interesadas (que incluyeron a jefes de Estado, la sociedad civil, la industria, medios de comunicación y socios) en la 20.a Conferencia Internacional contra la Corrupción (IACC) con miras al objetivo común de erradicar la corrupción. En un contexto en el que los sistemas energéticos están atravesando una rápida transformación y generando cambios sustanciales en los flujos de ingresos, existe una necesidad imperiosa de mantener a raya los riesgos de corrupción en el sector extractivo.

El EITI puede desempeñar un papel crucial para el fortalecimiento de la supervisión multipartícipe y la facilitación de los planes de acción contra la corrupción, por ejemplo, exponiendo los procesos de gestión de los recursos naturales que se prestan a posibles negocios sospechosos y garantizando el acceso público a la información sobre la titularidad de las empresas y a los contratos. Varios países del EITI han comenzado a servirse de la plataforma del EITI para abordar los riesgos de corrupción en el sector extractivo. Recientemente, los y las coordinadores/as nacionales del EITI de más de 50 países se reunieron en Oslo para debatir acerca de cómo puede emplearse la implementación del EITI para contribuir a las prioridades nacionales y las iniciativas contra la corrupción, especialmente en lo que respecta al otorgamiento de licencias y las subcontrataciones, la gestión de ingresos y la cooperación con los organismos nacionales anticorrupción.

Fortalecer la rendición de cuentas mediante una supervisión multipartícipe

Existe un amplio apoyo para que los grupos multipartícipes (GMP) del EITI colaboren más estrechamente con los organismos anticorrupción a fin de enfrentar los riesgos de corrupción dentro de las industrias extractivas. Esto resultaría especialmente oportuno para los países ricos en minerales, ya que el intenso aumento que se prevé que sufrirá la demanda de los minerales empleados en la transición energética presenta una oportunidad impostergable para fortalecer la gobernanza de las cadenas de valor de dichos minerales. El último estudio del EITI describe 20 áreas de riesgo relativas a los minerales necesarios para la transición, y ofrece recomendaciones a diversas partes interesadas a los fines de su abordaje.

Algunos países ya están preparando el terreno en esta área. Indonesia y Filipinas, que juntas representan casi la mitad del total de la producción mundial de níquel, son un ejemplo de ello. El GMP de Filipinas está realizando un análisis de los riesgos de corrupción en la cadena de valor del níquel a fin de prevenir las eventuales fugas de ingresos que podrían ocurrir a raíz de las posibles ganancias extraordinarias derivadas del crecimiento de la demanda de dicho recurso. EITI Indonesia, por su parte, organizó un grupo focal para analizar los riesgos de gobernanza en la cadena de suministro de los minerales críticos utilizados en su industria de las baterías, y el GMP está vinculando esta labor con el plan nacional anticorrupción del país. 

A su vez, otros países también han comenzado a indagar en los posibles usos de los informes y datos generados a través del EITI con el fin de identificar los riesgos de corrupción en el sector extractivo; entre ellos se encuentran Armenia, Gabón, Mongolia y Togo, así como algunos países de América Latina. Si bien aún se encuentran en etapas iniciales, estas iniciativas anticorrupción demuestran la creciente valoración del potencial del EITI para enfrentar la corrupción.

Utilizar los datos sobre la titularidad de las empresas para identificar señales de alerta

Si bien el requisito del EITI relativo a la divulgación de los beneficiarios reales se encuentra vigente desde el 2020, este último año se trabajó en forma organizada para promover la transparencia de estos beneficiarios en 10 países a través del programa Opening Extractives. En el marco de este programa, son varios los países que están logrando importantes avances en la lucha contra el uso de compañías anónimas, que pueden utilizarse para ocultar prácticas ilegales como el lavado de dinero. El último informe de políticas del programa demuestra el potencial que albergan los datos sobre la titularidad de las empresas para enfrentar a quienes pretenden abusar de su condición con el fin de obtener beneficios personales.

Asimismo, algunos países están aplicando enfoques innovadores en relación con la transparencia de los beneficiarios reales. En Ghana, las reformas en materia de beneficiarios reales son consideradas como una herramienta para combatir la corrupción; y, en este sentido, el EITI desempeña un papel clave a los fines de poner los datos a disposición del público. Por otra parte, en Colombia, el EITI desarrolló una herramienta junto con Directorio Legislativo para identificar los riesgos de corrupción vinculados a las personas expuestas políticamente (PEP). Esta herramienta coteja los datos sobre los beneficiarios reales de las empresas extractivas con las divulgaciones financieras a fin de generar señales de alerta (p. ej. potenciales conflictos de interés en el otorgamiento de licencias y las contrataciones), de las cuales casi el 20 % involucraban a funcionarios de medio y alto rango. Con el apoyo del programa Opening Extractives, esta herramienta está siendo objeto de una prueba piloto en Nigeria, utilizando datos del registro de beneficiarios reales del país que se inaugurará próximamente. 

Utilizar los datos sobre exportaciones y producción para enfrentar las conductas ilícitas 

La corrupción en el sector extractivo está vinculada a la evasión fiscal y los mercados ilegales, que hacen que los países pierdan anualmente miles de millones de dólares en flujos financieros ilícitos. Por ejemplo, el contrabando de minerales ha generado pérdidas de ingresos públicos y, en algunos casos, ha contribuido a avivar los conflictos. La divulgación de datos exhaustivos y detallados sobre la producción y exportación de petróleo, gas y minerales puede aprovecharse para identificar patrones de comercio ilegal y prácticas corruptas.

La disponibilidad de datos sobre producción y exportaciones con un nivel de detalle granular también puede ayudar a las partes interesadas a detectar la subdeclaración de los volúmenes o valores de las materias primas, lo cual podría exponer situaciones de evasión fiscal o corrupción. Los países del EITI divulgan cada vez más datos sobre producción por proyecto, lo cual permite realizar análisis más sustanciales de los pagos realizados por los gobiernos. Como el valor de la producción incide en los ingresos gubernamentales, contar con datos confiables sobre la producción resulta fundamental para saber si el gobierno está recaudando lo que debería.

De cara al futuro: el uso de enfoques basados en datos para enfrentar la corrupción

Contar con datos confiables, puntuales  y con un nivel de detalle granular es clave a los fines de combatir la corrupción. Los informes generados en el marco del EITI son un valioso punto de partida para fortalecer las medidas y políticas anticorrupción, y pueden complementarse con datos más allá de los previstos en el Estándar EITI a fin de detectar prácticas ilícitas. A medida que los GMP dediquen cada vez más atención a la cuestión de cómo fortalecer su rol en la identificación y mitigación de los riesgos de corrupción, se necesitará más asistencia técnica. En este sentido, la guía del EITI ofrece un enfoque paso a paso para definir la función del EITI en la mitigación de la corrupción a nivel nacional, valiéndose de buenas prácticas basadas en casos surgidos a lo largo de toda la red del EITI. 

De cara al futuro, la transición energética traerá aparejada una profunda transformación para las naciones ricas en recursos. La tendencia global a dejar atrás los combustibles fósiles podría motivar a algunos productores de gas y petróleo a celebrar acuerdos apresurados, mientras que la mayor demanda de las materias primas necesarias para las tecnologías de energías renovables torna imperioso que los países ricos en recursos fortalezcan la gobernanza de sus sectores mineros. Por otra parte, los proyectos de energías renovables pueden ser especialmente vulnerables a la corrupción en aquellos ámbitos en donde los marcos legales e institucionales aún no están muy desarrollados. La experiencia ha demostrado que el enfoque multipartícipe del EITI está destinado a ejercer un papel clave en la facilitación de la transparencia y la buena gobernanza, y que puede servir como una plataforma inclusiva para los países en sus esfuerzos por administrar sus sectores vinculados a los recursos naturales dentro de un contexto global en transformación.