El estudio, encomendado por el EITI, describe las cadenas globales de valor de un conjunto seleccionado de minerales relevantes para la transición energética, y destaca la relación entre los objetivos mundiales de dicha transición y la necesidad de contar con una gobernanza más sólida en el sector de los minerales. Allí queda evidenciado que los países implementadores del EITI representan un porcentaje significativo de la explotación de los minerales necesarios para la transición.
El informe identifica cuatro áreas de riesgo en las cadenas de valor de los minerales empleados en la transición energética, y ofrece recomendaciones para mitigarlos mediante acciones en el ámbito de las políticas, iniciativas de promoción de causas, análisis y alianzas.
Resumen
La generación de energía y la electrificación con tecnologías de baja emisión de carbono están teniendo un profundo impacto en la demanda de los minerales necesarios para la transición energética. A medida que esta transición global se acelere, las tecnologías energéticas con bajas emisiones de carbono se encontrarán con mercados en rápido crecimiento, lo cual impulsará el aumento de la demanda de varios minerales.
Las cadenas globales de valor de los minerales se encuentran geográficamente dispersas y fragmentadas, puesto que hay numerosos países y empresas que se especializan en diferentes eslabones de ellas. Es probable que una importante cuota de la creciente demanda de minerales necesarios para la transición energética sea satisfecha por el conjunto de países implementadores del EITI, dentro del cual hay muchos con grandes porciones de reservas y recursos minerales identificados. Algunos países del EITI ya son grandes exportadores de los minerales utilizados en la transición energética y, en muchos de ellos, estos flujos comerciales posiblemente aumentarán en las próximas décadas.
La mayor demanda de minerales para esta transición está generando riesgos para diversas partes interesadas que, de no ser abordados, podrían obstaculizar la contribución del sector al desarrollo sostenible y coartar la lucha contra el cambio climático. La gobernanza de los minerales a nivel global, transnacional, nacional y subnacional está expuesta a una multiplicidad de riesgos, que van desde impactos ambientales y negocios corruptos hasta cambios bruscos en los precios y perturbaciones de las cadenas de suministro mundiales.
No obstante, existen numerosas oportunidades para abordar estos riesgos. Los países ricos en recursos tienen la oportunidad de mejorar los marcos de gobernanza y transparencia para atraer inversiones hacia los procesos de extracción y beneficio de los minerales que se utilizan en la transición energética. Esto, a su vez, puede estimular la contratación de bienes, servicios y personas del lugar y promover los medios de vida locales en relación con la minería, así como inversiones sociales y desarrollos impulsados por las comunidades. La industria, por su parte, tiene la oportunidad de colaborar en el desarrollo de las cadenas de valor, desde la explotación minera hasta la fabricación y el despliegue de tecnologías utilizadas en la transición energética.
Los gobiernos y los consumidores de los países que importan minerales relevantes para la transición energética cuentan con la oportunidad de adquirir bienes y servicios de forma más responsable y confiable gracias a las iniciativas que promueven los datos abiertos y la regulación. Por otra parte, las empresas que intervienen en las cadenas de valor de los minerales empleados en la transición energética tienen la oportunidad de recurrir a estándares voluntarios para certificar su desempeño en materia ambiental, social y de gobernanza (ASG) y cumplir con sus obligaciones de controles de debida diligencia sobre sus proveedores. Además, a nivel global, se presenta la oportunidad de desarrollar una mayor cooperación internacional y regional con vistas a garantizar que estos minerales contribuyan a una transición energética justa.
Este estudio, desarrollado por la Universidad de Queensland, fue encomendado por el EITI y financiado por el programa de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID).
