A nivel de país, el proceso EITI posee un sólido sistema integrado de evaluación y monitoreo para medir el progreso.
- Cada año, se exige a cada país implementador la actualización de un plan de trabajo plenamente financiado que refleje las acciones y los objetivos del proceso EITI nacional. El plan de trabajo debe reflejar el modo en que el EITI se relaciona con el progreso (ver requisito 1.5).
- Al final de cada año, se exige a cada país implementador la elaboración de un Informe de Progreso Anual (APR, por sus siglas en inglés) que refleje y monitoree el progreso con respecto a los objetivos y acciones incluidos en el plan de trabajo y cualquier impacto del EITI (ver requisito 7.4). Los APR aparecen listados en las páginas de países EITI bajo "documentos clave".
Tanto el plan de trabajo como el APR son desarrollados y aprobados por el grupo de multipartícipes, garantizando que el marco para la evaluación y monitoreo rutinarios cuenta con el apoyo de gobierno, empresas y sociedad civil. Se trata de un proceso de colaboración y deliberación (a diferencia de un grupo de indicadores “verticalista” impuesto a los países).
Además de la revisión anual realizada por los propios países, se exige al país la realización de una evaluación externa: la Validación. Este proceso no solo evalúa el progreso del país en relación al Estándar EITI, sino que también lleva a cabo una evaluación del impacto (ver requisito 7).
De forma colectiva, estas herramientas garantizan un proceso de planificación, monitoreo y evaluación dentro del país diseñado para mejorar la aplicación y tener impacto real sobre el terreno.