En el día de la fecha, el EITI publicó su emblemático Informe de Progreso 2021, donde expone cómo se adaptó y siguió adelante la implementación del EITI en medio de las limitaciones que impuso la pandemia de COVID-19.
El informe destaca una serie de innovaciones en la presentación de informes por parte de los países implementadores del EITI, así como prácticas emergentes en ámbitos clave como la transparencia contractual, la transparencia de la titularidad de los beneficiarios reales y la rendición de cuentas de las empresas.
“Los hechos que se relatan en este informe ponen de manifiesto la enorme resiliencia que han demostrado los países implementadores del EITI frente a una serie de desafíos sin precedentes,” afirma el director ejecutivo del EITI, Mark Robinson. “Varios países adoptaron un nuevo enfoque flexible para la presentación de informes, y publicaron datos puntuales y relevantes sobre el impacto de la pandemia en el sector”.
La crisis de COVID-19 obligó a muchos gobiernos y empresas a cambiar sus prioridades en materia de gestión de los recursos naturales. Los confinamientos nacionales condicionaron el diálogo multipartícipe, el financiamiento y las actividades destinadas a la difusión de datos, lo cual obligó a los países implementadores a adoptar nuevas formas de trabajar.
“Este año ha planteado nuevos desafíos para el EITI, pero también ha puesto de relieve cuán imperiosa es nuestra labor, así como el valor de reunir a todas las partes en una mesa de debate para encontrar soluciones comunes”, señala en su prefacio la M. Hble. Helen Clark, presidenta del EITI. “Continuaremos reflexionando sobre lo aprendido en este año extraordinario que hemos vivido”.
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