En el Día Internacional contra la Corrupción, la Muy Honorable Helen Clark, Presidenta del EITI, explica cómo la transparencia del sector extractivo puede ayudar a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
A diez años de que se cumpla el plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) convenidos en el ámbito internacional, la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de celebrar un período extraordinario de sesiones contra la corrupción en 2021 es recibida con agrado. Cada negocio corrupto que se celebra implica una reducción de los recursos con los que cuentan las naciones más empobrecidas del mundo para satisfacer sus aspiraciones en pos del desarrollo sostenible. El 2021 es un año importante para combatir la corrupción y mejorar la transparencia mientras el mundo brega por recuperarse de los trastornos que la pandemia de COVID-19 ha causado en las sociedades, las economías y los sistemas sanitarios.
Una de las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia es la importancia de los datos. La transparencia de los datos es una herramienta que puede ayudar a tomar decisiones con mejores fundamentos y mayor inclusión. La transparencia del sector extractivo resulta fundamental a los fines de recuperarse de la pandemia, especialmente para los países que dependen de los ingresos derivados de recursos.
Actualmente son 55 los países comprometidos con la implementación del Estándar EITI, y hay otros que están considerando postularse como candidatos. El Estándar EITI contribuye a la lucha contra la corrupción. En él se insta a abordar sistemáticamente la publicación de datos sobre la gestión de las industrias extractivas. Esto incluye información que va desde el modo en que se adjudican los derechos extractivos, hasta cómo los ingresos pasan por el gobierno y cómo benefician al público. Las presentaciones de información se realizan a nivel de país en consonancia con las prioridades nacionales y aspiran a identificar las lagunas en la divulgación y los ámbitos vulnerables a abusos.
Conforme a lo convenido, en el período extraordinario de sesiones de la Organización de las Naciones Unidas contra la corrupción se adoptará “una declaración política concisa y orientada a la acción”. De este modo, tiene frente a sí la oportunidad de utilizar esta declaración para demostrar su apoyo a la eliminación del uso de la titularidad empresarial anónima como medio para la corrupción, y de adoptar compromisos concretos a tal fin. Los aliados de la sociedad civil están exhortando a la Organización de las Naciones Unidas a que en su declaración política trate la cuestión del desarrollo de registros públicos y centralizados de los beneficiarios reales de las empresas, para así llevar el compromiso político a la acción.
La transparencia en materia de beneficiarios reales constituye una prioridad en la gobernanza de las actividades extractivas; en este sentido, el Estándar EITI 2019 exige que los países implementadores del EITI publiquen información sobre los beneficiarios reales de las empresas extractivas. Junto con la divulgación de los ingresos y la transparencia contractual, la divulgación de los beneficiarios reales de las empresas extractivas ofrece datos que son vitales para combatir la corrupción. Conjuntamente, estas iniciativas permiten dar a conocer públicamente las partes de los contratos del sector extractivo, los términos de estos últimos, los pagos que realizan, y los beneficiarios en última instancia de cada acuerdo.
Esta información, por ende, constituye una poderosa herramienta para ayudar a exponer los negocios corruptos e introducir reformas de políticas que cierren los caminos para la realización de actividades ilegales. Instamos a quienes participarán en este período extraordinario de sesiones de las Naciones Unidas contra la corrupción a aprovechar esta oportunidad para hacer que el 2021 sea el año de la lucha contra este fenómeno en las industrias extractivas y más allá de ellas.